A prueba con el huracán FIONA

En Casa Pueblo, estuvimos en una mejor posición para responder al golpe de Fiona. No solo teníamos 2,000 lámparas solares listas para distribuir desde lo local sin necesidad de activar a la diáspora, sino que ya existen muchos oasis energéticos construidos en la comunidad. Romper la dependencia es fundamental, inclusive en estos casos de los nuestros o de la diáspora también. Desde ahora trabajamos la idea, no solo de tener lámparas solares disponibles sino de poder construirlas en un futuro reciclando plásticos transparentes y piezas sencillas que se ensamblen en la misma comunidad. El internet satelital instalado fortaleció las comunicaciones que se vieron interrumpidas en ocasiones mientras Radio Casa Pueblo estuvo al aire antes, durante y tras la tormenta Fiona. Casa Pueblo nunca enfrentó carencia energética. El Cine Solar ofreció funciones familiares a días del huracán, se ofrecieron talleres de arte para la comunidad, el oasis del Bosque Solar dio servicio diario incluyendo a personas que trabajan remoto y necesitaban de la energía y comunicaciones para mantener sus trabajos a la distancia. Para atender las complicaciones en la salud pública, se organizó una mega clínica con cardiólogos, médicos generalistas, vacunación, estudiantes de medicina aprendiendo a través del servicio y dos brigadas a comunidades marginadas de Adjuntas. La Escuela de Medicina de la Universidad Central del Caribe, la Drogería Betances y el Dr. Héctor Rivera de la Policlínica Castañer fueron claves para este junte. También se ofreció orientación al público, apoyo a proyectos solares previamente instalados y talleres educativos de energía solar para la comunidad.